La Arquitectura
Su fábrica de estilo gótico es un unicum en la ciudad de Roma. Se data en la década los años 80 del siglo XIII y es obra de los frailes dominicos Sixto y Ristoro, los mismos que habían proyectado el templo de Santa María Novella en Florencia.
Los trabajos duraron muchos años. En 1453, por voluntad del conde Francesco Orsini, se edificó la fachada principal que aún hoy admiramos con sus tres imponentes puertas renacentistas, así como otras obras destacadas ya en el interior del templo. Las bóvedas de crucería que cubren la nave principal fueron deseo del cardenal Torquemada, tío del célebre inquisidor, enterrado en la basílica.
En el siglo XVII se acometerán diversas modificaciones, añadiéndose a la desnuda estructura gótica decoraciones en estuco dorado de estilo barroco que serán posteriormente eliminadas por el arquitecto dominico fray Girolamo Bianchedi a mediados del siglo XIX, debiéndose a dicha última reforma el aspecto actual de la basílica.
Los trabajos de construcción sólo finalizarán en 1725 por voluntad del Papa Benedicto XIII.
Nos encontramos frente al único ejemplo de iglesia gótica medieval de la ciudad de Roma. Se compone de tres naves cubiertas con bóvedas de crucería que descansan sobre pilares. La decoración de las mismas, en azul con estrellas doradas, ofrece un impacto visual muy sugerente. Nos puede dar una idea de cómo debía ser la Capilla Sixtina antes de que el genio de Miguel Ángel llevara a cabo sus famosos frescos. A lo largo de las dos naves laterales se abren varias capillas que han mantenido su aspecto barroco y que pertenecían históricamente a familias de la nobleza romana: los Capranica, Aldobrandini, Grazioli, etc. Su riqueza decorativa se debe al trabajo de numerosos artistas de la talla de Lorenzo Bernini, Miguel Ángel Buonarroti, Filippino Lippi, Antoniazzo Romano, Maderno, Barocci y Melozzo de Forlí.
Enriqueciendo el impacto visual del visitante podemos observar dos órganos colocados en los dos transeptos de la nave central, sobre las tribunas. De los instrumentos originales, casi idénticos y fechados en 1628, realizados por el maestro organero Ennio Bonifazi, se conserva sólo la estructura. Del órgano situado a la derecha no se conserva prácticamente nada, mientras que el de la tribuna izquierda fue sustituido por un precioso instrumento romántico de trasmisión neumática-tubular con tres teclados obra de Carlo Vegezzi Bossi e inaugurado el 7 de abril de 1909. Un órgano así de grande fue una importante novedad en la Roma del momento.
Anexo a la iglesia se encuentra el gran complejo conventual. En él viven actualmente unos 20 frailes. Estos se reúnen en la basílica, en el coro ubicado tras el altar mayor, para rezar juntos tres veces al día la Liturgia de las Horas. Los frailes también se ocupan de atender pastoralmente y custodiar la basílica (ver horarios). En el convento se sitúa un espléndido claustro adornado con bellos frescos, sólo visitable en algunas ocasiones, debido a que forma parte de la zona destinada a la vida de la comunidad religiosa.