Capilla de santo Domingo
Nos encontramos en la capilla dedicada al fundador de la Orden de Predicadores: santo Domingo de Guzmán. Su imagen puede ser admirada en el lienzo del centro de la capilla que representa a la Virgen María consignando su imagen. El cuadro de santo Domingo es la copia reciente de una pintura obra del beato Angélico. Originalmente la imagen era otra, la cual se conserva en el convento anexo.
Esta capilla es la más grande de toda las que encontramos en la basílica y hoy en día también se utiliza como capilla del Santísimo Sacramento y lugar donde los frailes celebran la Eucaristía. Es el lugar oportuno para que dediquemos un tiempo al recogimiento, oración y adoración. En el muro derecho podemos encontrar el monumento solemne de la tumba del Papa dominico Benedicto XIII, siendo él mismo el que dispuso el aspecto de la capilla tal y como se contempla en la actualidad. El diseño arquitectónico y el sarcófago representan al Consejo Romano y son obra de Carlo Marchionni, natural de Ancona.
Flanqueando al Pontífice, a izquierda y derecha, se pueden observar estatuas que simbolizan la pureza y la religión. En la basílica se conservan los restos mortales de otros 4 Papas: Pablo IV, en la capilla Caraffa, León X y Clemente VII, dos primos de la familia Medici de Florencia enterrados en el coro flanqueando el altar mayor, y Urbano VII en la capilla de la Anunciación.
Frente el monumento funerario del Pontífice se puede admirar un bello grupo escultórico de alabastro que representa a la Virgen María con el Niño Jesús y dos pequeños santos Juanes: el Bautista, que bautizó a Jesús, y el Evangelista, el discípulo amado del Maestro. En el pedestal se aprecia un precioso bajorrelieve del siglo XVIII que representa el nacimiento de Jesús.
En los nichos cuatro estatuas representan santos obispos dominicos.
En esta capilla tomó el hábito, siguiendo el rito de la vestición, el célebre orador francés Enrique Domingo Lacordaire el 9 de abril de 1839.